Los viajes de Michel. Vino tinto en la taberna irlandesa, esperando que baje la luz, como vampiros asustados, como vampiros que no alcanzan la nota de corte. Los disparos del autobús de línea, de rojo intenso, de otro rojo, el rojo se repite en el tinto, el autobús y el día siguiente. La maleta, Michel como un personaje de Beckett en medio de Corona de Aragón. Sin prisas, buscando el ojo en el hueco, la sal en el aperitivo, el momento justo.
viernes, 1 de mayo de 2009
As a museum
No sé muy bien cómo sostener el acetato entre mis dedos. Todas las canciones se me resbalan, Morrissey con el rostro de aguardiente, con las respuestas siempre detrás de la lengua. Guardo a Jane Birkin, a Earth&Wind and FIRE, a Peret… vino tinto frío, muy frío, los cigarrillos como castigos detrás de la lengua. Mi habitación como un museo postmoderno en el que todos se sienten cómodos menos yo.
Mutante Vilas (coche rojo, ecuación perfecta)
En el camino siempre, aunque sea bajo una lluvia mínima y con los centros comerciales y los mastodontes de la investigación a nuestro lado. Joy Division, siempre Joy Division, casi parecía una oración. Y el coche rojo, muy rojo, tanto como la camiseta de ecuación perfecta: España=mucho (calor)2. Al cuadrado, no hay Audi 100, ya no hace falta. ¿De verdad le pones esto a tus hijos en los viajes familiares?
Uno investiga posibles asesinatos fortuitos en las páginas de Hellblazer, el túnel del fondo parece un buen lugar para ocultar un cadáver. Es que no va a haber manera de obtener un mutante en Zaragoza. Sigo leyendo a la Patrulla X, allí sí que hay mutantes.
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